Economía Española durante las Guerras Carlistas

¿Cómo sufrió España?

Retrato del infante Carlos María Isidro,(original)
Las guerras carlistas fueron una serie de conflictos bélicos que se dieron en España durante el siglo XIX. Este conflicto se dio entre Carlos María Isidro de Borbón e Isabel II, todo viene precedido por la instauración de la ley sálica por Felipe V en 1713 y por la cual los varones tenían preferencia sobre las mujeres por lo que Carlos María Isidro debía ser rey, pero esto cambió cuando en 1830, el padre de Isabel, Fernando VII promulgó la pragmática sanción la cual anulaba la ley sálica. Tras la muerte de Fernando VII, su hija Isabel era la sucesora pero Carlos María Isidro se alzo para reclamar su trono desencadenándose así la primera guerra carlista. Carlos María Isidro contaba con el apoyo de los mas conservadores y su intención era la de un reinado bajo el absolutismo tambien contaba con el apoyo de la iglesia y de las comunidades con fueros ya que su lema era:"Dios, Patria y Rey" , posteriormente se le añadiría fueros.
En el otro bando se encontraban los isabelinos, dirigidos por su madre Maria Cristina ya que Isabel solo tenia 3 años, ella se apoyó en el liberalismo simplemente porque no le quedaba otra por lo que optó por el liberalismo mas moderado.
La primera guerra tuvo lugar entre 1833 y 1840 donde los carlistas consiguieron dominar el norte y parte de Cataluña pero no las grandes ciudades, y que terminó con el llamado Convenio de Vergara de 1839 donde los generales Maroto y Espartero firmaron la paz, y acordaron mantener los fueros en las provincias vascas y Navarra e integrar a la oficialidad carlista en el ejército liberal. La segunda guerra Carlista fue mucho menor y sofocada mas rápidamente.

En cuanto a la economía, España sufrió una gran destrucción sobre todo en zonas del norte y que afectó a su economía, por ejemplo en Bilbao, tras el asedio de 1836, amplias zonas quedaron en ruinas y los daños ascendieron a 26 millones de reales esto produjo que el las Cortes
aprobaron, el 17 de marzo de 1841, una ley que eximía de contribuciones durante
varios años a las localidades que tuvieran más de un tercio de sus edificios destruidos
por los carlistas. Asimismo, el 26 de agosto se aprobó otra ley por la que los gastos
que habían hecho los pueblos para atender al suministro de la tropa se les descontarían de las futuras contribuciones. El estado español tuvo pérdidas considerables, puesto que, según un
autor de la época, el conflicto costaba 1.460 millones de reales anuales. A esto añadía
3.467 millones más al año, por los ingresos que dejaban de generar los hombres que
estaban combatiendo. Pese a ello, durante la contienda la deuda pública no aumentó, sino más bien al contrario, pues de 10.644 millones de reales (en 1834) se pasó a 5.691 millones (en 1840). Esto puede parecer increíble, pero tiene su explicación, por los efectos reductores de las conversiones del conde de Toreno y de Mendizábal, pero sobre todo por la gran cantidad de títulos de deuda amortizados con la desamortización.

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